Nuestro segundo viaje a Estados Unidos. Igual que la última vez, vamos dos familias juntas. Hemos trazado un ruta ambiciosa, que tendrá aproximadamente 4200 km pasando por 13 estados de USA en 18 días.
22/07 (sábado) – Vuelo desde MAD y llegada a Boston
Quedamos a las 10 en el Aeropuerto Adolfo Suárez con todos los nervios del mundo. Pasamos los controles sin problemas y cogimos el tren del Aeropuerto para ir al Satélite. El segundo control antes de llegar a la puerta de salida, también lo pasamos sin más y puntualmente salía nuestro vuelo dirección Boston.
Una vez ya motorizados, nos fuimos a la Universidad de Harvard que está en Cambridge.
Cambridge – Harvard
Aparcamos en un parking y la primera misión era conseguir sudaderas y gorras de Harvard antes de que cerrasen las tiendas. En las tiendas oficiales los precios eran muy altos por lo que al final compramos en una tienducha los “no oficiales” que también molan.
Ibámos acercándonos al recinto de la Universidad y entramos por el Johnston Gate.
Lo primero que nos encontramos nada más acceder por esta entrada es el Old Yard, un jardín rodeado de preciosos edificios, y al fondo un edificio blanco, University Hall, y la famosa estatua de John Harvard, fundador de la universidad.
La estatua de John Harvard tiene dos «mentiras»: John Harvard no posó para la estatua, pues ya estaba muerto cuando se realizó, y como por aquella época no había fotografías el escultor tomó como base la cara del estudiante de Harvard, Sherman Hoar, como inspiración para el rostro de la figura. Está extendida entre los turistas la creencia errónea de que entre los estudiantes de Harvard existe la tradición de pasar la mano por el pie izquierdo de John Harvard porque da suerte en los estudios.
El resto de edificios de Old Yard son colegios mayores donde se alojan los estudiantes de primer curso de Harvard.
Si cruzamos al otro lado del University Hall nos encontramos con una explanada denominada Tercentenary Theatre, que es el lugar donde se realizan todas las ceremonias de graduación de Harvard. Frente a frente nos encontramos en este jardín con Widener Library a un lado y Memorial Church al otro lado.
Widener Library es la biblioteca principal de Harvard y fue donada por la familia Widener para honrar a Harry Widener, un ávido lector y licenciado de Harvard que murió en el naufragio del Titanic. Contiene en su espectacular colección una de las pocas copias completas que se conservan de la Biblia de Gutenberg, donación a la universidad de la familia Widener en 1944.
Memorial Church es una iglesia que se encuentra en el centro del campus histórico y donde se rinde homenaje en sus paredes a aquellos licenciados en Harvard que han muerto en las diferentes guerras mundiales.
El resto de esta zona está llena de colegios mayores de Harvard.
Una vez terminado la visita nos pusimos a buscar un sitio para cenar y terminamos en John Harvard’s Brewery & Ale House. Cenamos muuucho y bien.
ALOJAMIENTO: CONSTITUTION INN.
23/07 (domingo) – Paseo por Boston
Quedamos a las 9 en la recepción para ir al desayunar. Nos decantamos por el Style Café a unos 5 minutos andando desde el hotel.
En la primera parte del día seguimos el FREEDOM TRAIL que arrancaba cerca de nuestro hotel.
El «sendero de la libertad» es un sendero que permite ir a visitar los principales monumentos y edificios del centro de Boston y Charlestown. Todo el sendero está marcado, generalmente mediante una línea de ladrillos rojos en el suelo, así que siguiendo la línea se puede ir de un sitio a otro sin perderse. Tiene una longitud aproximada de 4 kilómetros y llevará unas 2 horas recorrerlo, sin contar con las paradas que se realizan por el camino.
Nuestro paseo comienza en Charlestown, en el camino hacía el USS Constitution, vemos en el Charlestown Naval Shipyard Park, una estatua y un memorial a los muertos de la guerra de Corea.
El obelisco de granito, que tiene 77 m de altura y fue construido entre 1827 y 1843 con granito traído de la localidad de Quincy a través de una línea del ferrocarril, que fue creada especialmente para este proyecto.
El monumento, uno de los primeros de los Estados Unidos, fue erigido para conmemorar la batalla, el mayor conflicto entre las fuerzas británicas y patriotas en la guerra, que tuvo lugar el 17 de junio de 1775.
Nuestra primera parada, el cementerio de Copp’s Hill, el segundo más antiguo de Boston tras el de King’s Chapel.
En 1775, Robert Newman se subió al campanario de esta iglesia con unas antorchas para advertir a Paul Revere de la llegada de tropas británicas por mar, y Paul Revere realizó su famoso viaje a lomos de su caballo llevando este mensaje a John Hancock y Samuel Adams y advirtiéndoles así de la llegada de estas tropas.
En el parque, Paul Revere Mall, nos encontramos con otro memorial a los soldados muertos en las guerras.
Pasamos por delante de la casa de Paul Revere, héroe de la revolución, que fue construida en 1680 y que es el edificio más antiguo de Boston. Él compró esta casa en 1770 y actualmente es un museo donde se exponen sus principales actos heroicos, obras y logros.
Nos dirigimos a Old State House, edificio construido en 1713 y que desde su apertura fue en primer lugar sede del Gobierno Británico hasta la independencia, y a posteriori fue la primera sede del gobierno de la Commonwealth hasta la construcción en 1798 del Massachusetts State House. Justo enfrente de la State House hay una placa en el suelo que recuerda a los fallecidos en la “Masacre de Boston” de 1770, en donde los soldados ingleses dispararon contra una masa de exaltados colonos que se encontraban protestando enfrente de este edificio, muriendo cinco de ellos, y que se considera uno de los eventos que provocó la Revolución.
Nuestro plan era coger un Ferry desde Long Warf hasta Charlestown, pero no tuvimos en cuenta los horarios por lo que justo cuando llegamos allí, había llegado el ultimo barco de vuelta, por lo que no nos quedó otro remedio que ir andando hasta el hotel.
Descansamos un ratito y nos fuimos hacía el Brewer’s Fork Restaurant donde queríamos cenar unas pizzas con la mala pata que cuando llegamos no quedaba masa de pizza. Por lo que buscamos una alternativa cerca y nos fuimos al Ironside Grill donde nos tomamos unas cuantas cervecitas ricas ricas.
24/07 Boston – Mystic
El plan inicial para nuestro primer día de ruta era este:
Pero como el tiempo no acompañaba para nada y se nos chafó el plan inicial de ver las ballenas, al final nuestro primer día de ruta fue éste:
Madrugamos para estar a las 8:30 h en Plymouth para, en un principio, coger el barco para ver las ballenas. El barco salía a las 9:00 h. Este por lo menos era el plan. La previsión del tiempo era horrible y ya al salir del hotel empezaba a llover. Pero nos íbamos de todos modos para ver lo que nos decían y si se cancelaba, recuperar nuestro dinero.
Entre mayo y octubre, justo al norte de Cape Cod hay una zona llamada banco de Stellwagen en el que se encuentra una reserva marina y donde viven las ballenas. La excursión en total iba a durar unas 4 horas.
Llegamos a la caseta y nos decían, evidentemente, que el viaje iba cancelarse por mal tiempo y el mar muy revuelto. Nos decían que nos iban a devolver el dinero a la tarjeta desde la que se había hecho el pago.
Como estábamos sin desayunar, nos recomendaron un sitio y allá íbamos: Water Street Café. Sitio tipiquillo americano para desayunar.
Como las previsiones tampoco iban a ser buenas para el resto del día, tachamos de la ruta tanto Sandwich como Newport y nos íbamos a un Outlet que no teníamos muy lejos.
Allí comimos después unas pizzas muy ricas en:
Lo que también es famosillo de Mystic es el Mystic Seaport, el principal museo marítimo nacional. Este nos lo encontramos también cerrado.
Como todavía estuvimos llenos de las mega-pizzas que nos habíamos pedido al medio día, nos pillamos algo dulce y algún refresco en la gasolinera y nos metimos cada familia en su habitación a descansar.
25/07 (martes) New Heaven y Yale – New York – 209 km
Hoy, el cumpleaños de nuestra cachorrita, y para celebrarlo nos vamos a New York…
Primer tramo hasta YALE:
Un sitio interesante al que vale la pena acercarse es New Haven, ciudad que, si bien no tiene grandes atractivos, es hogar de una de las universidades más prestigiosas de Estados Unidos: Yale University.
Inaugurada en 1701, es la tercera más antigua del país y por sus aulas han pasado 5 presidentes de los Estados Unidos.
Se puede hacer una Yale Walking Tour. La visita a pie completa, incluyendo tiempo para caminar, toma cerca de 90 minutos.
Nosotros hicimos solo una pequeña parte ya que nada más empezarla nos encontramos con una primera parte cerrada. Visitamos la librería y pasamos por algunas calles. Nos gustó más Harvard.
Aparcamos los coches en el hotel y nos fuimos en Metro hasta Rockefeller Center. Teníamos el metro a unos 300 m del hotel.
Bajamos del Metro en Rockefeller Center. Dimos una vuelta por el complejo de edificios del Rockfeller Center y pasando por delante de la tienda Lego. Como no habíamos comido todavía, nos fuimos al TGF’s. No estuvo mal aunque caro y sobre todo nos cabreamos porque nos metieron la propina del 20% directamente en factura.
Central Park es inmenso, y al tener poco tiempo solo entramos un poco en su parte sur.
Desde Columbus Circle íbamos por la calle Broadway, que por cierto es la calle más larga de Nueva York.
Nos paramos en un Starbucks para tomarnos algún dulce. A Luci le compramos un dulce especial por su cumpleaños.
Y con eso ya llegamos a Times Square, uno de los lugares más emblemáticos de Nueva York. Tengo que decir que nos quedamos todos muy impresionados. Todo lo que siempre se ha visto en la tele o en poster, así es. ¡Mola mucho!
Entramos también en la tienda de M&M’s y Uniqulo.
Seguimos nuestro camino hacía el Empire State. Habíamos sacado las entradas pocos días antes de viajar y nos hacía mucha ilusión. Hicimos las colas que hay que hacer y por fin subimos. Ya había anochecido y las vistas que nos esperaban eran y son simplemente espectaculares.
Nos volvimos andando hasta Bryant Park donde cogimos, totalmente agotados, casi a las 12 de la noche nuestro metro de vuelta al hotal. ¡Menudo día!
26/07 (miércoles) Philadelphia
Fuimos de New York directamente a Philiadelphia. Saliendo de New York hicimos algunas fotitos desde el coche:
Primera paradita, el Art Museum para hacernos una foto con la estatua de Rocky Balboa y las escaleras donde sube en la peli. No se puede aparcar allí por lo que salimos por tandas del coche. Siguiente parada nuestro hotel para ya dejar los coches aparcados.
Fuimos a comer al Reading Terminal Market, que es como el Quincy Market de Boston pero mucho más grande y con un montón de sitios para comer. Nos encantó.
Aquí nos comimos el famoso bocadillo de Filadelfia, el Phily Cheesesteak, que es un bocata en pan de perrito con ternera en láminas y queso y su salsa. ¡Buenísimo! Lo tomamos con una buena cerveza.
Nos recorrimos el mercado y nos compramos unos cupcakes de postre también muy ricos para comérnoslos en el camino..
Nos fuimos dirección plaza del Ayuntamiento, un edificio enorme que tiene una torre a la que se puede subir pero las entradas se suelen agotar muy rápido, con una estatua de William Penn arriba. Antes pasamos por un edificio de la Masonería no menos impresionante. El Ayuntamiento de Filadelfia se empezó a construir en 1871 con la intención de ser el edificio más alto del mundo, pero antes de estar acabado ya fue superado por la Torre Eiffel y el Monumento a Washington.
Primero nos pasamos la famosa Liberty Bell, símbolo de la libertad y la independencia y de la abolición de la esclavitud. Es un icono de la libertad. Se hizo famosa en 1776 cuando se convocó a los ciudadanos de Filadelfia a la lectura de la Declaración de Independencia, aunque ya la habían utilizado en 1774 para anunciar la apertura del Primer Congreso Continental y en 1775 después de la Batalla de Lexington y Concord.
En la Independence Square, donde se encuentra el Independence Hall, que es el edificio donde se debatió y firmó la declaración de independencia de Estados Unidos y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 1979, actualmente se guarda una copia de la declaración de independencia. Puede visitarse y es gratuito, pero hay que llegar pronto para poder coger un tiquet, sobre las 13.00 ya no quedan tiquets. Nosotros evidentemente llegamos tarde.
Sí fuimos a ver el Congress Hall, a la izquierda, que era el Congreso cuando la capital de lo EEUU era Filadelfia y George Washington presidente. Su estatua está justo en el medio y el Old City Hall, a la derecha.
En Library Hall hay una copia de la Declaración escrita por Jefferson.
Seguimos nuestro camino para ver a una de las calles más antiguas de Estados Unidos, Elfreth’s Alley (la primera calle residencial de EEUU).
Después fuimos al Race Street Pier para ver el puente de Benjamin Franklin.
Uno de los puentes más impresionantes e históricos que merece la pena visitar en Estados Unidos es, sin ninguna duda, el puente de Benjamin Franklin, también conocido por esos lares como Ben Franklin Bridge, aunque originariamente fue denominado “puente del río Delaware”, nombre que coincide, obviamente, con el del río que atraviesa; sin embargo, no fue hasta años más tarde cuando finalmente adquirió, como homenaje, el nombre del afamado político estadounidense Benjamin Franklin. Se trata de un puente colgante que une las ciudades de Filadelfia y Camden, pertenecientes, respectivamente, a los estados de Pensilvania y Nueva Jersey. Inaugurado el 1 de julio de 1926, todavía ostenta el título de ser uno de los puentes colgantes más largos del mundo.
Como teníamos el alojamiento al lado del China-Town y las niñas no estaban por la labor de salir de nuevo a la calle para poder probar el jacuzzi del hotel, les pillamos unos sándwiches y nos fuimos los padres a cenar a un restaurante chino. La verdad que no demasiado bien, lamentablemente.
ALOJAMIENTO
27/07 (jueves) Philadelphia – Washington 326 km
Nuestra ruta era la siguiente:
Hoy íbamos ver la comunidad Amish. A decir la verdad, siempre me había llamado la atención y muchas veces no te lo crees hasta que no lo ves.
La comunidad Amish cada vez se ha extendido más debido al precio de las tierras entre otros muchos factores. En Pennsylvania, casi todos se reúnen cerca del pueblo de Lancaster, en una zona conocida como “Pennsylvania Dutch Country”.
Los amish llegaron a Estados Unidos formando parte del gran colectivo emigrante procedente de Europa, concretamente alemanes y suizos. Como muchos, llegaron al Nuevo Mundo para poder practicar sus costumbres de manera libre (como hicieron los primeros colonos, puritanos perseguidos en sus países). Su corriente religiosa es la cristiana-anabaptista y hablan una especie de dialecto medio alemán, aunque, por supuesto, se expresan perfectamente en inglés.
Para visitarles hay que acceder al condado por la carretera 30, recorrer ésta y la 340 desde su intersección hasta Lancaster. Los pueblos donde más amish se ven son Intercourse, Paradise y Bird-in-hand.
Nosotros empezamos por Intercourse. Aparcamos y entramos directamente en una tienda de artesanía y después nos comimos una Brezel de una bakery de amish.
Kitchen Kettle Village es una parada para turistas con tiendas de artesanía y de productos rurales fabricados por amish. Como ya habíamos estado en una tienda, seguimos nuestro camino para ver el puente cubierto en la Belmont Road, dirección Paradise. Nos costó mucho llegar hasta él porque había una de las calles estaba cortada pero finalmente pudimos aparcar en un lateral y nos acercamos andando.
La idea era pasar por Lancaster para ir al mercado central para verlo y comprarnos algo para comer allí pero con la mala pata que estaba cerrado. Por lo que nos comimos unos sándwiches en el Jimmy John’s. ¡Muy rico todo! De postre nos comimos en el coche las fresas y arándanos que habíamos comprado en el mercado. ¡Buenísima la fruta!
Seguimos nuestro camino hacia Washington, unos 200 km para lo que tardaremos unas 3 horas (tráfico entrada a Washington). Queríamos ver todavía este día el cementerio de Arlington.
El Cementerio de Arlington ocupa una extensión de más de 2.500 km cuadrados, en él están enterrados más de 300.000 norteamericanos, y cada año acuden a él más de cuatro millones de visitantes.
Su construcción se inició en 1802, y a lo largo de la historia se han enterrado en el mismo los más famosos personajes de la historia de Estados Unidos.
Si bien oficialmente en 1864 fue declarado como un cementerio militar, en el cementerio puedes encontrar, por ejemplo, las tumbas de numerosos astronautas norteamericanos. O también las de numerosos presidentes norteamericanos, aunque seguro que en tu visita sobre todo no dejarás de ver la tumba del presidente Kennedy, la cual concentra cada día a muchos visitantes.
Pero el rincón más visitado del Cementerio de Arlington es el monumento de la Tumba del Soldado Desconocida, ante la cual cada día tiene lugar la ceremonia del Cambio de Guardia. Se trata de un acto realmente ceremonioso al que asisten numerosos visitantes.
Teníamos pensado, antes de irnos al hotel, pasarnos por el sitio famoso de cupcakes en Georgetown pero al llegar vimos una cola kilométrica por lo que ni paramos pero sí vimos las casas bonitas que hay en por allí, cerca ya de la Universidad.
El parking del hotel eran 30$ x día pero al no haber ninguno cerca que cueste menos, dejamos los coches allí. El hotel disponía de Shuttle desde el hotel al Union Station, donde también teníamos pensado desayunar.
Una vez que dejamos las maletas en el hotel, nos fuimos a cenar al sitio favorito de Hot Dogs de Obama. El original lo teníamos a 3,4 km andando desde el hotel y otro a 1,1 km. Estábamos cansados por lo que nos fuimos al que estaba cerca del hotel.
28/07 (viernes) – Paseo por Washington
Este era plan del día, pero el mal tiempo nos lo chafó lo que me dio mucha rabia. Pero caía tal cantidad de agua que hasta nos llegaron por el móvil avisos de peligro de inundaciones….
Fuimos con el Shuttle del hotel a Unión Station para desayunar: Dentro de la estación estaba LE PAIN QUOTIDIEN. Es un self-service que conocíamos de Bélgica y se come muy bien allí. Disfrutamos nuestro desayuno con pan y mantequilla.
Union Station es la principal estación ferroviaria de pasajeros de la ciudad de Washington D. C., capital de los Estados Unidos. Localizada en el extremo sur del corredor nororiental de la red ferroviaria estadounidense, la estación es una de las más transitadas del país. Inaugurada en 1907, fue diseñada por Daniel Burnham y se trata de un importante edificio desde el punto de vista arquitectónico.
Nuestra siguiente parada el UNITED STATES CAPITOLIO. Caminamos poco más de diez minutos por Delaware Ave. y llegamos al Capitolio de los Estados Unidos. Pasamos por delante del Senado y justo cuando ya pasamos hacía el Capitolio llegaron varios coches con sirena (lo típico que se ve en las pelis cuando viene algún senador con todos los todo terrenos negros con la sirena). Teníamos sacadas las entradas para las 10:40 h.
Durante todo el recorrido por el Capitolio se pueden hacer fotografías por lo que aprovechamos aunque había muchísima gente.
Poco antes de finalizar el recorrido perdimos a nuestro guía y anduvimos algo locos buscándole. Al terminar la visita, nos fuimos a ver la Biblioteca del Congreso aunque sólo se puede ver a través de una especie de mirador acristalado ubicado en la planta superior. Es sencillamente impresionante, como también lo es su vestíbulo por el que sí se puede caminar.
Tras el recorrido por el Capitolio tocaba el National Mall, una espectacular explanada de jardines que conduce a otro punto clave de la visita: el Obelisco o Monumento a Washington. La particularidad del Mall es que a ambos lados hay una ingente cantidad de museos, la mayoría con entrada gratuita PERO, fuera cayó una tormenta que nos hizo imposible seguir el plan. Salimos a la calle y no anduvimos ni 5 minutos y a pesar de llevar chubasqueros, nos habíamos empapado totalmente.
Decidimos intentar llegar hasta el Museo Nacional del Aire y del Espacio. Llegamos como pudimos pero al abrir las puertas, salió un aire gélido por lo que pasamos de entrar para no terminar con una pulmonía. Llamamos a un Uber y nos fuimos al hotel para cambiarnos de ropa y para decidir a ver cómo íbamos a seguir el día.
Decidimos ir en coche y aparcar en un parking cerca del Museo Nacional del Aire y del Espacio (carísimo) y antes, comer algo en un Mc Donalds cerca.
El Museo era muy llamativo y espectacular ya que contiene la mayor colección de aviones y naves espaciales del mundo. El que esté interesado por la historia de la aviación debe acudir sí o sí a este museo, como también aquel amante de la conquista espacial, ya que podríamos ver piezas como el módulo del Apolo 11 que sirvió para llevar a cabo la primera misión tripulada a la Luna.
Al terminar la visita nos fuimos a coger los coches y nos fuimos hacía la Casa Blanca. Seguía lloviendo muchísimo por lo que nos acercamos a la fachada norte y allí paramos un momento para hacer por lo menos alguna fotito.
Volvimos de nuevo al hotel para buscar un restaurante cerca y nos fuimos al The Liberty Tree. Fuimos andando ya que ya no llovía tanto y se podía andar por la calle. Cenamos muy bien pero cuando salimos, volvió a caer la mundial y nos empapamos hasta los huesos. ¡Menudo día!
29/07 (sábado) – Blue Ride – Roanoke
Este era nuestro recorrido pensado para este día. Hoy nos ibamos a meter en la cordillera de Los Apalaches y recorrer parte de dos parques nacionales. Mejor dicho, uno ya que el Shenandoah es de pago y para pasarlo de prisa y corriendo, lo bordeamos.
Los Apalaches son una cordillera cercana a la costa este de los Estados Unidos y paralela a ésta, que comienza en Canadá y termina en Alabama. Si bien no es tan espectacular ni famosa como su gemela de la costa oeste, las Rocosas, tiene mucho encanto y, especialmente en su parte sur, refleja perfectamente la América más profunda. Para visitarla hay que recorrer tres parques nacionales diferentes (Shenandoah, Blue Ridge y Great Smoky Mountains), cada uno de ellos con una carretera escénica desde la que se pueden hacer numerosas excursiones a pie o bien recorrer el Apalachian Trail.
Nuestra primera parada era unas cuevas que dicen que son las mejores en toda la costa este: Tardamos aprox. 2 horas hasta allí por la I-66 W (160 km). Hay que reconocer que eran muy bonitas y grandiosas.
Seguimos nuestro camino hacía la Blue Ridge Parkway y otra vez con lluvia por lo que nuevamente se nos fastidiaron los planes. Como no pudimos hacer el picnic que teníamos pensado, nos paramos en Harrisonburg en un Venezolano a comer arepas. Ni fu ni fa y además tardaron muchísimo.
La Vía Blue Ridge conecta al Parque Nacional Shenandoah, ubicado cerca de Waynesboro, Virginia (milla 0) con el Parque Nacional de las Grandes Montañas Humeantes, ubicado cerca de Cherokee, Carolina del Norte (milla 469). Hay entradas y salidas en las principales carreteras federales y estatales, ideales para conocer el interior de los pueblos y las comunidades de la región, parte de la experiencia que ofrece este recorrido.
Una vez ya metidos, dejó de llover un poco y paramos en el Humpback Rocks Visitor Center para hacer el Mountain Farm Trail.
La segunda ruta que íbamos a hacer era el Humpback Rocks Trail, pero que por el mal tiempo, no lo hacemos y seguimos el camino hasta Buenavista, parando en algún que otro mirador.
Una vez que salimos de la Blue Ridge, yendo por las carreteras normales y pasando los pueblos, nos damos cuenta que estamos en la América profunda. En uno de los pueblos, en la entrada del pueblo, una estatua inmensa de Trump de las pasadas elecciones. Queríamos parar a tomar un café pero no encontramos sitio. Sí vimos varios sitios grandes de BBQ, por lo que nos entraron unas ganas terribles de cenar carnaza.
Llegamos a Roanoke, dejamos las maletas en el hotel y nos fuimos a cenar nuestros steaks al The Great 611 Steak Company.
Un sitio genial y tirado de precio para lo que nos han servido.
30/07 (domingo) Blue Ridge – Ashville – Cherokee
Por fin parecía que el tiempo nos iba a respetar. Paramos en el camino en un Walmart para pillar cositas para el picnic. Primera parada las cascadas Linville.
El río Linville fluía tiempo atrás aquí sobre una garganta de 600m de altura, hasta que una riada en 1916 rompió la roca creando así, la cascada superior y la inferior que existen hoy en día. Se puede pasear hasta las cascadas espumeantes por dos sendas diferentes (de 0,96km y 1,6km), abiertas entre matorrales de rododendro.
Entramos en el Parque Natural y nos fuimos por carreterillas hasta las cascadas. Cogimos nuestras viandas y nos comimos nuestro bocadillo en la parte baja de la cascada.
Tuvimos ganas de más y nos subimos a la parte alta de las cascadas para tener unas vistas muy chulas.
Luego seguimos hasta Asheville, en Carolina del Norte, una animada ciudad de montaña conocida por sus cervezas artesanales, su comunidad de artesanos y una gran diversidad culinaria. Al ir con poco tiempo, nos paramos para tomar un cafetito y unos batidos de chocolate en
Seguimos el camino hacía Cherokee, entrando en el Great Smoky Mountains National Park para llegar al Clingmans Dome para ver unas vistas geniales y sobre todo la puesta de sol desde su mirador.
Llegamos allí arriba con la lengua fuera pero mereció la pena para ver la puesta de sol.
Después ya nos fuimos hacía nuestro hotel. Como llegamos tarde para cenar en cualquier sitio nos fuimos a un Mc Donalds que abría 24 horas.
ALOJAMIENTO EN CHEROKEE
31/07 (lunes) Atlanta – Covington
Primer tramo desde Cherokee hasta el World of Coca Cola:
La historia de Coca‑Cola comenzó en 1886, cuando la curiosidad de un farmacéutico de Atlanta, el Dr. John S. Pemberton, lo llevó a crear un refresco de sabor inconfundible que pudiera venderse en las fuentes de sodas. Creó un jarabe saborizado, lo llevó a la farmacia de su barrio, donde fue mezclado con agua carbonatada; los que lo probaron lo calificaron de “excelente”. Se le atribuye a Frank M. Robinson, socio y tenedor de libros del Dr. Pemberton, haberle dado a la bebida el nombre “Coca‑Cola”, así como haber diseñado la inconfundible caligrafía registrada como marca comercial que aún se usa en la actualidad.
Nada más entrar nos dieron una lata de Coca-Cola. Parte de la visita se puede hacer por tu cuenta, pero entramos primero con un grupo y una guía que iba explicando un poco la historia. Después ya se iba por libre. Vimos una película en 4D (con efectos de realidad: sopla el aire, pulverizan agua, los asientos se mueven…) y lo pasamos genial. Al final, en una sala grande se pueden degustar las 60 muestras de diversas bebidas del grupo Coca Cola de todo el mundo ordenados por continentes. Nos hinchamos pero fue divertido.
Después nos fuimos a comer una hamburguesa en JOHNNY ROCKETS, sitio típico americano años 60 en su decoración:
Siguiente parada los estudios de la CNN. Nos apetecía mucho esta vista y lo pasamos muy bien. Durante la visita no se pueden hacer fotos porque se ven los estudios y las redacciones. En todo el recorrido estuvimos acompañados por varios agentes de seguridad.
Después en la tienda nos compramos una gorra y taza de recuerdo.
Nuestro paseo por Atlanta lo hicimos siguiendo por Peachtree St. hasta llegar al Underground Atlanta, todo un conglomerado de tiendas y restaurantes bajo tierra, creado a partir de la construcción en los años 20 de los viaductos sobre la calle existente. Se pueden ver el bajo y primer piso de alguno de los antiguos edificios. Hay que decir que llegamos tarde por lo que muchas tiendas estaban cerradas pero aparte de eso, está muy en decadencia. En general, Atlanta se ve llena de mendigos y cutrecilla. Por lo menos lo que vimos menos la zona de parque olímpico.
Dimos una vuelta por el parque y luego ya volvimos hacía la Coca Cola para coger nuestro coche y seguir la ruta hasta Covington, a unos 60 km de Atlanta dirección Charleston, donde teníamos el hotel.
ALOJAMIENTO
Para cenar nos fuimos a MYSTIC GRILL en el centro de la ciudad (que cuando nosotros fuimos a las 20:30 h no había nadie por las calles). Cenamos muy bien aunque algo carillo.
Luego dimos un paseito por la plaza para bajar la cena y al hotel.
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