Este viaje nos hacía mucha mucha ilusión. Durante una semanita ver y vivir una cultura totalmente distinta a la nuestra.
31.01. – VUELO A DUBAI
Como nuestro vuelo no salía hasta las 14:10 h pues nos levantamos tranquilamente y desayunamos y terminamos de hacer la maleta. A las 12 llegó nuestro taxi y nos fuimos al Aeropuerto. Llegamos a nuestra terminal de Satélite en Metro y nos sentamos a esperar sin que Miguel se pasara antes por su sala de Business para sacarnos unas bebidas. Salimos con unos 20 minutos de retraso de Madrid. ¡Que nervios!
En el avión nos sentamos Miguel con Sofi y yo con Luci. Como el avión o iba lleno pues nadie se sentó a nuestro lado, por lo que genial.
El vuelo muy bien, tranquilito. Había pocas pelis en español lo que era un poco rollo. La comida muy rica y a Luci le llevaron menú infantil que moló.
Llegamos a las 12 de la noche a Dubái. Nuestro primer flipe fue ver a todo el personal vestidos con sus trajes típicos que se llaman kandura en el control de pasaportes. Por sorpresa nos tocó una mujer (vestida con su abaya).
Los hombres suelen usar una kandura, que es una túnica blanca que llega hasta las rodillas y que está hecha de lana o algodón, mientras que las mujeres visten una abaya, esto es una túnica de color negro que cubre la mayor parte de sus cuerpos, pues en su caso esto refleja «un símbolo de modestia». |
Pasamos el control y nos fuimos hacía los taxis, dónde cogimos uno de “mujeres”. Significa que lo conduce una mujer y que está reservado para mujeres y familias. Me senté delante junto a ella y nos fuimos dirección hotel. El viaje pues otro flipe porque era nuestra primera visión del Dubái de noche. Hasta que vimos a un taxista conduciendo, sujetando con las dos manos su móvil sin mirar a la carretera. ¡Qué locura!
Llegamos a nuestro NOVOTEL AL BARSHA de 4 estrellitas e inaugurado en 2012.
Allí tuvimos algún problemilla ya que no tenían reflejado que teníamos incluido el desayuno. Luego cuando llegamos a la habitación, a nuestra junior suite, nos encontramos con una cama grande y un sofá cama para 1 por lo que otra vuelta a la recepción a discutir con el recepcionista que nos quería cobrar la cama supletoria. Pero bueno, al final nos trajeron otra camita para Sofi y nos fuimos a dormir a las 2:30 h de la mañana….. El día siguiente “madrugón” porque solo hay desayuno hasta las 10:30 h…..ahhhh.
Nuestra habitación:
01.02. – Dubái Mall y Burj Khalifa
Después de levantarnos a las 9 de la mañana con un sueño terrible, bajamos a desayunar. El buffet bastante bien. Faltaba el Nesquik para Luci pero por lo demás bien.
Salimos del hotel y nos fuimos andando hasta el metro que lo teníamos a unos 150 m o sea muy cerquita. Nuestra estación se llamaba Sharaf DG. El metro es en la mayoría del tiempo exterior. Va al lado de la autopista principal que se llama Sheikh Zayed Road.
Vista desde el metro de nuestro hotel:
El metro es baratito. Sacamos nuestra tarjeta recargable y subimos. Allí flipamos con los vagones especiales que hay: Gold, con asientos de cuero y chulo y los de exclusivos para mujeres y niños.
Nuestro destino principal era el Mall of Dubái.
Dubai Mall es un centro comercial de Dubái (Emiratos Árabes Unidos), perteneciente a Emaar Properties. El «Dubai Mall» es el centro comercial más grande del mundo basado en su área total y el sexto más grande en superficie bruta alquilable. (Área total de espacio para negocios 502.000 metros cuadrados o unos 5.400.000 de pies cuadrados) contiene más de 1.200 almacenes y tiendas de servicios. 6 pisos de área comercial y 10 de parqueo). Incluso alberga un centro médico lujoso, una pista de hockey sobre hielo o un acuario / zoo acuático. |
Para llegar al centro comercial desde el metro hay que andar por una pasarela de aprox. 1 km (por supuesto con aire acondicionado).
Desde esta pasarela vimos unas cuantas obras que estaban al lado, que nos parecían Legoland. Inmensas y con un montón de personas (pakistaníes) trabajando allí con sus cascos.
El centro comercial es la caña. Es INMENSO. La verdad que nos gustó mucho y volvimos unas cuantas veces…
Tiene diferentes zonas: Una de “Village” como en Las Rozas (Madrid), otra de “Souk” imitación de mercado típico árabe, otra con alfombras que super exclusiva con las tiendas más caras, luego los típicos “Food Court” donde puedes comer de todo, ….
Lo especial de este centro comercial son por un lado su acuario y la pista de patinaje. Esta pista, que se llama ICE RINK, es de tamaño olímpico. A Luci se había puesto entre ceja y ceja que quería patinar así que para allá nos fuimos.
Y mientras que ella patinaba, nosotros nos tomamos una cafetito / zumo.
Después seguimos pasando para llegar al acuario. Pasamos por la zona del souk que tiene expuesto un esqueleto de un dinosaurio real.
Ya llegamos al acuario.
Los visitamos por fuera y también fuimos por el túnel. Nunca he visto tantos tiburones juntos. También vimos como se metieron dos en una jaula y le dieron de comer a los tiburones. Muy interesante. La segunda parte de la visita era el Underwater Zoo con un tiburón giiiiigaaaante.
Este mega cocodrilo se llama King Croc.
Paramos a comer en el Food Court en un italiano y seguimos.
Nuestra siguiente parada fue el Parque de Atracciones de SEGA. Muy chulo también.
Luci se tiró por una mega columpio.
Otra cosa bonita e impresionante es esta fuente:
Luego entramos en la parte del “The Village”. Como dicho, parecido a Las Rozas.
Aquí hay un simulador de un avión A380 de Emirates en el que quería montar Miguel pero había que reservar y era muy caro por lo que se hizo la foto y seguimos nuestro camino.
Las tiendas que vimos en el camino super chulas:
Como ya se acercaba la hora para subir al Burj Khalifa J fuimos yendo para sacar nuestras entradas que ya habíamos encargado de antemano y para hacer tiempo salimos fuera para verlo todavía con la luz del día. ¡QUE PASADA!
Flipamos en colores. Es increíble que se pueda haber construido algo taaaan alto y qué nervios que íbamos a subir allí.
Nos fuimos entonces a hacer cola en el ascensor. Te marcaba afuera lo que tardaba en subir los 124 pisos = 1 minuto.
Cuando llegamos arriba (ni te das cuenta que subes tanto) fuimos directamente a la terraza acristalada que hay para hacer fotos todavía de día.
Y como ya era la hora de que arrancasen las fuentes, pillamos sitio en primera fila para verlas desde arriba
Información sobre el Burj Khalifa:
Burj Khalifa es el edificio más alto del mundo con sus 828 metros y tiene 163 plantas. Se puede subir al observatorio de este rascacielos situado en el piso 124, un balcón con una visión de 360 grados, desde donde podemos divisar gran parte de la ciudad y sentir su majestuosidad, en horario de día y por la noche, siendo más gratificante a la caída del sol. La duración total de la visita suele oscilar entre unos 60 o 90 minutos.
Para hacernos una idea de su altura lo mejor es compararlo con el rascacielos más famoso del mundo, el Empire State de Nueva York. Con 381 metros de altura (431 si incluimos su antena), el rascacielos neoyorquino es la mitad que el Burj Khalifa.
La construcción del Burj Khalifa comenzó el 21 de septiembre de 2004 y finalizó el 4 de enero de 2010, más de un año después de lo previsto. El rascacielos destaca por tener un gran número de plantas residenciales, algo insólito hasta el momento.
En la construcción del edificio han participado más de 12.000 personas de 30 países. Anteriormente fue conocido como Burj Dubai (Torre de Dubái).
El Burj Khalifa cuenta con dos miradores que ofrecen vistas sorprendentes. En la planta 124, localizado a 442 metros de altura, encontraréis el que hasta ahora era el único mirador de la Torre Califa, sin duda alguna el mejor punto de Dubái para contemplar la ciudad.
El segundo de los miradores, de reciente inauguración, acapara todas las miradas tras haberse convertido en el más alto del mundo arrebatando este título al de la Torre Canton en Guangzhou. Localizado a 555 metros de altura, el mirador ocupa la planta 148 del edificio para ofrecer unas sorprendentes vistas de pájaro de la ciudad en miniatura, como no podría ser de otro modo desde semejante altura.
Cuando bajamos cogimos la foto que nos habían hecho arriba para la colección y nos fuimos a cenar algo rapidito y ver las fuentes, esta vez desde abajo
Muy muy bonito. La música casa perfectamente con los chorros. Nos encantó…
Ya era tarde y estábamos cansadísimos por lo que nos recorrimos el Mall por fuera para luego ir por la super pasarela al metro y al hotel.
Información sobre la Dubai Fountain:
02.02. – Mall of Emirates y Tour por Desierto
Nos levantamos, desayunamos y nos fuimos con el Metro una parada hasta el Mall of Emirates.
A mí me recordaba mucho al Plaza Norte 2 pero a lo grande. Muchas tiendas muy lujosas, food court, etc. Nos fuimos a ver el Ski Dubai por fuera y después al Magic Planet donde jugamos una partida de bolos. Muy divertido. Ganó Luci…
Nos dimos otra vueltita más, comimos y nos volvimos al hotel a esperar a nuestro chófer del tour.
Después de llamarnos, bajamos, nos subimos a nuestro todo terreno y arrancamos nuestra aventura.
Nuestro chófer se llamaba Assim. Vestido con kandura marrón y “turbante”. Hablaba muy bien inglés por lo que le entendimos perfectamente.
Nuestra primera parada un … no sé lo que era. Era como un área de servicio con varias tienducas cutres. Nos dijo Assim que era nuestra última oportunidad para ir al baño así que nos fuimos las chicas a la trastienda dónde había un wáter. Todo bastante cutre. Cuando salimos de la trastienda nos encontramos con papi con un turbante puesto y dos vendedores a su alrededor. Van directamente a Sofi con otro pañuelo para ponerle otro turbante en la cabeza. Yo les dije que no que no y me hicieron caso y a Luci le pusieron una faldita con moneditas, las de las bailarinas de vientre. Mientras tanto le habían desinflado algo las ruedas a Assim.
La siguiente parada los Quad. Miguel y Sofi estaban animados para montar. Así que sacamos las entradas. Luci y yo nos colocamos para verlos. Les pusieron un casco a cada uno y ¡¡¡A las dunas!!! Luci y yo nos encontramos algo perdidas allí entre tanto hombre con turbante intentando vendernos sus trapos. Miguel y Sofi se recorrieron durante 20 minutos la duna y se lo pasaron pipa.
Nos subimos nuevamente a nuestro Jeep y nos pusimos bien los cinturones porque ahora iba a ser el plato fuerte. Una vez metido en el desierto, Assim no dejó ninguna duna sin nuestras marcas de neumáticos. Derrapamos como locos. Fue genial. Luego hicimos una parada para hacer alguna foto. Assim nos sacó fotos saltando los cuatro, que al final han quedado graciosas. También vino un señor con un halcón en el brazo, para hacerle alguna foto, pero la verdad que no le hicimos mucho caso. Volvimos al coche y seguimos por las dunas. Paramos de nuevo en el pico de una duna, que parecía imposible parar allí. Assim hizo como si nos hubiésemos quedado atrapados. Dijo que Sofi se sentara al volante y el y Luci iban a empujar… muy gracioso.
Lo siguiente era que las niñas bajasen la duna con tabla, estilo Snow Board. Como había que ir de pie, Luci pasó pero Sofí si se atrevió y…..comió más arena…. Le entró miedo y se dejó caer. ¡Pobre! Después hicimos muchas fotos al desierto y la puesta de sol. Inmenso y precioso. La verdad que uno se siente muy chiquitita allí.
Para seguir le dijimos a Assim que fuese un pelín “menos loco” que Luci ya se estaba cansando y tenía un poco miedo. Asi que nos fuimos algo más tranquilitos hacia nuestro campamento. Hicimos otra mini parada para ver la puesta de sol. Mágico.
Al llegar allí se podía montar en camello. Había muchos esperando por lo que pasamos y nos fuimos al recinto. Teníamos una mesa redonda grande para nosotros solitos.
Lo primero nos fuimos a la esquina de los trajes y nos “disfrazamos” de árabes. Sofi y yo todo de negro con la cara semitapada y Miguel de blanco. Muy gracioso. Assim nos ayudó a ponernos los trajes, sobre todo nos puso a Sofi y a mí los pañuelos en la cabeza, que no creas que es tan fácil. También nos hizo las fotos. Nuestra siguiente parada, mientras Miguel fue a pillar bebidas, fue pintarnos las tres la mano con henna. Es una pasta, como barro, que tiene que secarse unos 15 minutos y luego te la quitas (como barro seco) y te queda la pintura. A mí, hoy casi 3 semanas después, todavía me quedan las marcas.
Nos sentamos en nuestra mesa (mesa baja con cojines en el suelo) no sin tener que luchar por nuestros cojines que ya nos estaba robando el personal… y ya empezaba el espectáculo. Primero salió un señor haciendo el Tanoura baile. Una pasada…
Y después vino la bailarina de la danza del vientre. Muy bien también.
Una vez terminada, nos fuimos al buffet de la barbacoa. Había muchas ensaladas, carne guisada así como pinchos de pollo y de cordero. Muy rico todo. De postre había una papilla de cereales (creo) que sabía a arroz con leche. Nos pillamos también un café de caldero que sabía a todo menos que a café, pero rico.
Al rato vino Assim para preguntar a ver si estábamos listos para volver y le dijimos que si. Así que nos montamos en nuestro Jeep para volver a Dubai. En el camino nos enseñó una foto de su mujer y de su niñita. Muy majas….
Llegamos al hotel y nos duchamos todos para quitarnos los kilos de arena que llevábamos encima.
Un día genial!!!!!
03.02. – Abu Dabi
Hoy era el segundo día que teníamos reservado un tour. Esta vez a Abu Dabi.
A las 10:00 h habíamos quedado en el hotel. Cuando bajamos nos esperaba nuestra guía y nada más vernos, nos mandó de vuelta a la habitación a cambiarnos. Sobre todo Sofi y yo tendríamos que llevar ropa suelta, que cubriera el culete y manga larga. Así que le di a Sofi una camiseta mía y yo me puse una más larga y las sudaderas para tapar brazos.
Arrancamos y el viaje hasta allí duró aprox. 1 hora. Lo que llamó sobre todo la atención es lo verde que se estaba convirtiendo el “paisaje” cuanto más nos acercábamos. Nos dijo nuestra guía, que se llamaba Chandni pero que nos dijo que la llamemos Catherine, que era todo artificial. Aquí no crece nada de forma natural.
Aquí las primeras impresiones desde el coche:
Nuestra primera parada iba a ser la Mezquita Sheikh Zayed
La mezquita Sheikh Zayed es una mezquita situada en Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos. Su nombre hace honor al primer presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Zayed ibn Sultán Al Nahayan, que falleció en 2004. El proyecto se inició en 1998 por iniciativa del propio Sheikh Zayed. La construcción terminó en 2007, después de siete años de construcción y un coste de 600 millones de dólares. Es la mayor mezquita de los EAU y la tercera más grande del mundo.
Inmensa, blanquísima y preciosa. Ya entrando en el parking nos dijo Chandni que nos cubriésemos los pelos. Así que nos «adaptamos».
Vimos a un extranjero que iba en pantalones cortos y que tampoco no le dejaban pasar….
Se cruza el patio enorme y justo antes de entrar la mezquita hay que descalzarse.
Y una vez dentro, ya es para flipar. PRECIOSO E IMPOLUTO.
Salimos y nos volvimos a poner nuestros zapatos:
Pasamos por el baño con su lavadero de pies y luego ya nos fuimos.
A continuación pasamos cerca del palacio del jeque. Ni se ve mucho ni se sabe mucho de sus mujeres e hijos. Es como un tema tabú para la gente. Puede tener hasta 4 mujeres y dicen, creen que tiene 3, entre ellas una japonesa.
Nuestra siguiente parada el Hotel Emirates Palace. No estaba muy claro que pudiésemos entrar a verlo. Lo normal es que no te dejan pero depende un poco del de la seguridad. De hecho llegamos con nuestro coche y nos miró a todos con cara de pocos amigos pero al final nos dejó bajarnos del coche para entrar. Puffff…. Ninguna de las fotos que hicimos, refleja lo que vimos. No me importaría nada alojarme unos días aquí. Pongo una foto oficial de todo el complejo:
Se inauguró en noviembre de 2005 pero algunos restaurantes y balnearios no abrieron hasta un año más tarde. El hotel lo construyó el gobierno de Abu Dabi, que es también su propietario, aunque está dirigido por el grupo alemán de hoteles Kempinski.
Los costes para la construcción del hotel ascendieron a 3.000 millones de dólares -aprox. 2.000 millones de euros-. El Emirates Palace tiene una superficie total de 850.000m² de suelo. El aparcamiento subterráneo tiene espacio para 2.500 vehículos. Dispone de 2 piscinas y balnearios, además de una playa privada y una pista para helicópteros. Según el New York Times, el Emirates Palace es el hotel más caro jamás construido
Y también por fin vimos el cajero automático de lingotes de oro
Y la vista desde la puerta principal:
La siguiente parada era el Abu Dhabi Corniche. Paseo Marítimo con vistas a toda la ciudad. Solo hicimos una mini parada para hacer alguna foto.
A continuación paramos en el Heritage Village. Reconstrucción de como era el Abu Dhabi de ataño. Es pequeño y montado para el turista pero no está mal. Lo que más me ha gustado han sido como pequeños talleres dónde están los artesanos haciendo pues sus alfombras y cerámicas por ejemplo.
Pensamos comer allí pero los menús nos parecían caros y seguimos.
Aquí una vista del nuevo palacete que se está construyendo el rey
Ahora nos tocaba ir al “Ferrari World”. Es el parque de atracciones indoor más grande del mundo (como no). No teníamos pensado entrar por falta de tiempo y también porque se sale un poco del presupuesto. Pero llegamos hasta la puerta principal. Anexado hay un centro comercial Yas Island Mall con restaurantes y allí finalmente comimos en una cadena que se llama Café Bateel y muy bien.
Después pasamos con el coche a la zona de Yas Island donde está el circuito de F1. No pudimos bajarnos del coche (es todo zona de un hotel) pero cruzamos por un puente el circuito y “respiramos“ aire de F1.
Y ya era hora para volver. Tardamos una horita aprox. para volver a Dubai y les dijimos que nos dejasen en el Dubai Mall. Queríamos volver a ver el Burj Khalifa y las fuentes. Y así pasamos el resto de la tarde allí cenando en The Cheesecake Factory. Allí es para ir con mucha hambre, ¡qué raciones más grandes de comida”.
04.02. – Bur Dubai y Deira
La última noche Sofi ha estado con dolores de estómago y diarrea. Creemos que comió demás en el Cheesecake. Como estaba planeado madrugón para ir a ver la Jumeriah Mosque, pues decidimos pasarla la mezquita al día siguiente pero seguir con el plan de ir a Bur Dubai.
Cogimos nuestro metro y nos fuimos para allá. Nos adentramos en el barrio histórico Al Bastakiya, de finales del siglo XVII, se puede uno perder entre pequeñas casas de color ocre que solo levantan un par de alturas. Hechas de barro y adobe, con ventanas de madera, gruesas paredes y celosías de estilo árabe, muchas de ellas están coronadas por las torres de viento, el elemento arquitectónico que da un estilo propio a la ciudad.
Su nombre árabe es barjeel y son las abuelas del aire acondicionado. Situadas en los edificios más representativos, su función era refrigerar las casas en una época en que esta no era una metrópoli de rascacielos sino un pequeño puerto comercial y pesquero. Para ello, las torres atrapan el viento que circula a su misma altura, más fresco que el circula a ras de suelo, y lo distribuyen por las casas creando corrientes mediante un ingenio arquitectónico.
Vamos a la zona donde está el Heritage Village. Igual que en Abu Dhabi. De allí nos acercamos al Dubai Museum, que está ubicado en el Al Fahidi Fort, está compuesto de una serie de galerías que recorren la vida de Dubai a lo largo de sus 4.000 años de historia: desde sus orígenes marineros, pasando por su etapa de recolección de perlas, el auge del petróleo y finalmente la actual fiebre constructora. El fuerte sobre el que se fundó la ciudad se construyó para proteger de invasiones a los comerciantes que vivían en la desembocadura de la cala.
Este museo nos gustó muchísimo. Está bien montado y te hace entender cómo era esta zona antes del boom del petróleo.
Después nos pasamos por el mercado de las telas que al fin y al cabo son un montón de tiendas de telas regentadas por pakistaníes. Curioso lugar.
Ahora nos acercamos al borde del río Creek y allí está el Zoco de Bur Dubai. Es un espacio muy colorido con el típico ambiente de mercadillo con los vendedores llamándote de todo y en todos los idiomas para que compres. A Sofía la llamaban Shakira para que se acercara y ella ya no sabía dónde meterse. Como su nombre indica, se encuentra situado en Bur Dubai, a la orilla de Dubai Creek.
A lo largo de varios siglos los zocos han sido lugar de intercambio de mercancías, pero también un punto de encuentro en el que tanto comerciantes como clientes podían ponerse al día de los acontecimientos.
Justo en la parte de atrás, con terraza y vistas al Dubai Creek había un restaurante donde paramos a comer. La comida estaba bien y las vistas inmejorables. Lucía se pasaba el rato saludando a todos los abras que pasaban para ver quién le devolvía el saludo.
Lo siguiente era coger un abra para cruzar el río para ir al mercado de las especies y del oro. El viaje nos gustó mucho. Las vistas geniales. Son el medio de transporte más encantador del Emirato. Son pequeños barquitos de madera movidos a motor que cruzan el Creek, una lengua de agua que desemboca en el mar del Golfo Arábigo y que separa los dos barrios más antiguos de Dubái, Al Bastakiya y Deira. Por menos de un euro al cambio, puedes tomar un asiento en estos abra y disfrutar de un paseo de unos 15 minutos de una orilla a otra bajo.
Llegamos al otro lado de la orilla y nos pusimos a buscar el Zoco de las Especias de Dubái. En la guía ponían que “es la combinación perfecta de colores, sabores y olores tradicionales. Adentrarse en él es retroceder en el tiempo, de ahí que también sea conocido como el Zoco antiguo de Deira». Bueno pues la verdad es que no queda mucho de eso. Tiendas de especias creo que hemos visto tres, todas las demás son con mercancía tipo tienda china. Nos defraudó en su conjunto. Nos esperamos más pero la baja demanda de especias y el turismo han hecho que cada vez se instalen más otros tipos de tiendas.
Eso si, las tres que vimos, espectaculares.
Después nos fuimos al Zoco del Oro. Mogollón de tiendas. Muy chulo. El Zoco del Oro es el mercado en el que se concentran la mayor parte de las joyerías de Dubái. Las más de 300 tiendas que forman el Zoco del Oro han estado ahí desde tiempos antiguos y han otorgado a Dubái el sobrenombre de «Ciudad del Oro». Se calcula que en toda la ciudad hay más de 700 joyerías.
Nos volvimos a la orilla del Dubai Creek y allí es donde flipamos en colores viendo los cargueros antiguos, que parecían de principios de 1900, cargando frigoríficos de LG sin grúas…. Esto si ha sido como volver al pasado.
Volvimos a cruzar el Dubai Creek en abra. Y ahora en un principio estaba previsto volver en metro cuando nos topamos con los Dubai Ferry. Hacen un recorrido desde Dubai Creek hasta Marina.
Nos gustó mucho el viaje. Dura una hora. Como ya era de noche, se veía toda la costa iluminada, el Burj Al Arab, La Palmera, Marina…. Hicimos muchas fotos chulas.
Llegamos a Marina, bastante cansados, y nos fuimos a cenar a un restaurante libanés. Restaurante Bazerkan. Muy rico todo. Fuimos andando hasta el metro y de allí al hotel.
05.02. – Jumeriah Mosque – Dubai Marina – Hotel Atlantis
Hoy nos toca pequeño madrugón para ir a ver la Jumeriah Mosque. Allí tienen una charla informativa a las 10:00 h dentro de la Mezquita sobre el islam. Desayunamos y cogemos el taxi del hotel (un Lexus) y nos vamos para allá. Las chicas nos tenemos que tapar para poder entrar. De todos modos, si no quieres ir cargada de pañuelo, te lo prestan allí.
La mezquita por dentro no es nada del otro mundo. La charla la da una inglesa convertida al islam. No explican todo tipo de formas de taparse, cómo se reza, etc. Es interesante aunque en algunos temas convence poco. Pero allí cada uno con su opinión.
Cuando terminamos, volvemos a ponernos nuestros zapatos y nos cogemos un bus, justo enfrente de la mezquita, para llegar hasta el Burj Al Arab. Es el primer día que cogemos un autobús y llaman la atención las paradas de bus, que son cabinas con aire acondicionado. El bus recorre toda la zona de la costa con sus casitas bajas, chalets y mezquitas (hay muchas).
Llegamos hasta la zona del Burj Al Arab. Conocido a nivel mundial, Burj al Arab, es una obra maestra de la arquitectura contemporánea y está considerado el hotel más lujoso del mundo y el único con 7 estrellas. Tiene forma de vela, mide 321 metros de altura y todas sus habitaciones son suites, siendo la más pequeña de 170 m2. Cualquier persona que lo ve desde cualquier parte del mundo, piensa en Dubai, habiéndose convertido en el icono de Dubai por excelencia. Es necesario realizar una reserva en uno de sus restaurantes para poder visitarlo ya que cómo máximo se llega hasta la garita de control desde dónde sacamos alguna foto. La verdad que pensaba que se podía acercar un poco más. Nos vamos a la playa pública que hay al lado, pensando que desde allí se ve mejor pero tampoco. Así nos vamos andando hasta el Souk Madinat Jumeirah.
El Souk que nos recuerda a una antigua ciudad árabe, tanto por su arquitectura interior como exterior, y que por sus canales Madinat Jumeirah también es conocido como la Venecia del Oriente Medio.
Primero comemos y luego cogemos un abra para recorrer el complejo y sobre todo para ver un poco mejor el Burj Al Arab. El viajecito está bien. Nuestro conductor nos explicó todas las diferentes estancias del complejo hotelero y la verdad es que molaría alojarse allí….
Nuestra siguiente parada es Dubai Marina para verla de día. Hasta allí vamos otra vez en Bus. Por cierto, las paradas de autobús son climatizadas!!! Y las antenas de telefonía están escondidas en plameras de mentira.
Dubai Marina es uno de los enclaves principales de la ciudad. Combina zonas residenciales con otras dedicadas al ocio a lo largo del canal. La mejor manera de apreciar Dubai Marina es dar un paseo a lo largo de los muelles o disfrutar de un crucero por su canal rodeado de rascacielos, resultando especialmente romántico y hermoso por la noche. Entre sus rascacielos destaca Canyan Tower que con sus 306 metros, es la torre torcida más alta del mundo. Paseamos un poco y nos tomamos en una terracita un batido de frutas.
Cuando ya va siendo hora para ir dirección el hotel Atlantis, tenemos reservada cena en el buffet, cogemos primero un tranvía y luego el monorraíl.
El viaje en monorraíl ya la hemos de noche, por lo que no se ve mucho.
Palm Jumeirah, es una isla artificial con forma de palmera, conocida junto con otras dos más como Palm Islands. Es la más pequeña de las tres y su tamaño es de 31 kilómetros cuadrados, equivalente a 3.000 campos de fútbol. Desde uno de sus extremos, junto a Zabeel Saray Hotel podemos disfrutar de unas impresionantes vistas de los rascacielos ubicados en Dubai Marina y en la zona central está Atlantis The Palm Hotel. Atlantis The Palm Hotel es uno de los hoteles más famosos para los visitantes que viajan a Dubai. Inaugurado el 20 de noviembre de 2008, tiene el mismo diseño que el hotel Atlantis Paradise Island de las Bahamas. Es necesario realizar una reserva en uno de sus restaurantes para poder visitarlo.
Teníamos nuestra cena reservado en el restaurante Kaleidoscope a las 19:00 h. Íbamos provistos de nuestros cupones descuentos, que habíamos comprado anteriormente por eBay. Merece la pena.
El hotel una pasada. El acuario, justo a la entrada del Kaleidoscope, alucinante. El buffet nos encantó. Había comida típica de muchos diferentes sitios del mundo y todo muy rico. El servicio muy amable. Un acierto.
Después paseamos por el hotel y aprovechamos un descuido de uno de los vigilantes para colarnos en el jardín y la piscina (solo puedes pasar si estás alojado). Una pasada.
Después ya nos pillamos un taxi y nos volvimos a nuestro hotel.
06.02. – Zabeel Park – Emirates Towers
Esta mañana tenemos durante el desayuno un ensayo de incendios en el hotel. Ha estado divertido. Luego nos vamos en taxi al Zabeel Park. Allí hay todos los viernes (festivo en los Emirates) un mercado de productos ecológicos y artesanía, Ripe Market. Nos gustó bastante. Era curioso pero prácticamente todos los que vendían algo allí eran extranjeros. Era como otra cara más de Dubái.
Como era festivo el parque estaba a rebosar de gente haciendo picnic y celebrando cumpleaños de niños.
Policía mujer:
Luego ya nos fuimos con el metro para ver los Emirates Towers.
El complejo Emirates Towers alberga la Oficina Emirates Tower y el Jumeirah Emirates Towers Hotel. Las dos torres, que se elevan a 355 metros y 309 metros, respectivamente, lo que les sitúa en las posiciones 12 y 19 entre los edificios más altos del mundo. Las dos torres están unidas por un 9.000 m² complejo de dos plantas al por menor conocido como «El Boulevard». El complejo Emirates Towers está ubicado en la Sheikh Zayed Road y es un símbolo de la ciudad de Dubai. Una curiosidad del diseño es que las torres tienen un número similar de plantas, la mayor de las torres en realidad contiene 54 plantas, mientras que la torre del hotel contiene 56 plantas. Esto se debe a las alturas de piso individual de la torre de oficinas es mayor que la del hotel. El complejo Emirates Towers está ubicado en más de 570.000 m² de jardines, con Lagos, cascadas y áreas de descanso público. Existe estacionamiento espacio para hasta 1.800 automóviles.
Entramos y la verdad es que está bien. Muy grande y lujoso. El sitio más barato que encontramos era nuevamente el Noodle House. Muy rico otra vez.
Nos fuimos nuevamente al Dubái Mall. Queríamos despedirnos de nuestro Burj Khalifa. Asi que dimos una vueltecita por el Mall y cenamos en un libanés, Hatam, para ver desde su terraza las fuentes por última vez. ¡Precioso!
07.02. – Vuelta a Madrid
Ya tocaba volver. ¡Qué pena! Desayunamos tranquilamente y aprovechamos para que Luci se diera su primer baño del año.
Luego hicimos el checkout del hotel. Cogimos el taxi del hotel, un Lexus, y nos fuimos para el aeropuerto.
Salimos puntuales. Esta vez nos sentamos Sofi y yo juntas. La comida muy bien, las películas mejores y las azafatas más majas.
Y esto ha sido nuestro viaje.
Deja una respuesta